Propósito

Este blog se creó en enero de 2008, para compartir las experiencias, a través de producciones escritas, que como estudiante del postgrado he adquirido y que se hacen más significativas cuando se enlazan con mi praxis docente,a fin de contribuir con la enseñanza de la Lengua Materna mediante sus actividades de lectura y escritura.
En consonancia con lo que se discute en relación a la didáctica de la lengua inserto en este edublog no sólo mis exoeriencias como estudiante sino también como docente, por ello incorporo las vivencias surgidas en el aula de clase con mis estudiantes.







lunes, 8 de junio de 2009

¿Política Nacional de Lectura?

Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Instituto Pedagógico de Caracas
Subprograma de Especialización en Lectura y Escritura
Taller: Promoción de la lectura y escritura

Participante: Rona Ortiz
Cohorte: 2007-II

Conclusiones a partir de ¿Política Nacional de Lectura?
Meditación en torno a sus límites y condicionamientos Pedro Gerardo Rodríguez


El fomento de la lectura y escritura como actos esenciales para el desarrollo de la sociedad se ha visto regido por un conjunto de políticas cuyas acciones han sido insuficientes y dispersas que no han alcanzado los efectos esperados pues, ambos actos continúan siendo propósitos inalcanzables e inconclusos.

Una política nacional de lectura de acuerdo a los criterios manejados por Rodríguez (1995) ha de enlazarse con las variadas prácticas desarrolladas por los usuarios de la lengua para llevar a cabo su comunicación, en otras palabras, ha de estar inmersa en su cultura y relacionada íntimamente con la realidad propia de esos hablantes, a fin de que ello pueda propiciar un vínculo más estrecho y efectivo entre el individuo y el acto de leer. Por otra parte, la promoción de la lectura y escritura ha de propasar su mera la funcionalidad, es decir, dejar de ser vista como simple requisito escolar y como un cumplimiento de funciones específicas tales como llenar una planilla, echando un vistazo a una tira cómica, etc.

Por otra parte, la eficacia de una política nacional de lectura tiene necesariamente que yacer en “un consenso construido con y entre hablantes”, ya que la práctica de la lectura no puede imponerse mucho menos sin considerar la realidad y cultura a la que pertenece tal grupo de usuarios de la lengua; en definitiva, es conectar la práctica social de la lectura con la cultura y con el mundo donde, coexisten diversas posturas, perspectivas y creencias en torno a lo que es leer y escribir; hablar y escuchar.

Finalmente, en consonancia con el escritor, creo que una política nacional de lectura ha de asumir el hecho de que hay una porción de hablantes para quienes la lectura y la escritura son irrelevantes y en oposición a ello, la oralidad les resulta imprescindible, ya que de ella depende su cultura; por tanto, una política nacional de lectura ha de crear espacios para que se lea y se escriba sin temor a equivocaciones.

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