Propósito

Este blog se creó en enero de 2008, para compartir las experiencias, a través de producciones escritas, que como estudiante del postgrado he adquirido y que se hacen más significativas cuando se enlazan con mi praxis docente,a fin de contribuir con la enseñanza de la Lengua Materna mediante sus actividades de lectura y escritura.
En consonancia con lo que se discute en relación a la didáctica de la lengua inserto en este edublog no sólo mis exoeriencias como estudiante sino también como docente, por ello incorporo las vivencias surgidas en el aula de clase con mis estudiantes.







miércoles, 10 de junio de 2009

Pensamiento a través del ensayo argumentativo

Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Instituto Pedagógico de Caracas
Subprograma de Especialización en Lectura y Escritura
Cátedra: Fundamentos para la evaluación de los procesos de enseñanza- aprendizaje de la Lectura y Escritura


Participante: Rona Ortiz


Una mirada pedagógica a la escritura de un ensayo argumentativo



Referencia

Torres, I. (2004) Una mirada pedagógica a la escritura de un ensayo argumentativo. Revista de Estudios Sociales, 19 (2), 97-105.

I. Introducción

La necesidad de abordar el ensayo argumentativo por ser éste un texto de gran importancia dentro del ámbito escolar, sobre todo, en el universitario ha sido uno de los motivos por los cuales la licenciada Inés Torres (2004) expone en este escrito una revisión que trata de identificar aspectos teóricos y experiencias que favorezcan su redacción.

Por otro lado, las investigaciones que presenta la escritora invitan a la reflexión, ya que es vital, como docente tener contacto con las diversas fuentes científicas que han estado indagando sobre el complejo proceso de la escritura, y que además dan aportes experienciales que indican la efectividad de las diversas estrategias o propuestas diseñadas para el logro de estructuras discursivas argumentativas en las producciones escritas de los aprendices.

II. Resumen expositivo

Torres (2004) en el escrito, Una mirada pedagógica a la escritura de un ensayo argumentativo, plantea una revisión teórico- práctica de la enseñanza de la escritura de los textos argumentativos que, a pesar de constituir un problema pedagógico no imposibilita el aprender a escribir y alcanzar buenos niveles de satisfacción tanto para lectores como para escritores. Dicha aseveración parte de la experiencia de la escritora con jóvenes de los últimos años de secundaria en un colegio privado en Bogotá. A través de su quehacer pedagógico surge la inquietud por precisar las condiciones que favorecen más la redacción de ensayos argumentativos. Es por ello que, realiza un estudio bibliográfico que responde a la necesidad de encontrar una coherencia entre una teoría del lenguaje y una teoría del aprendizaje de la que puedan derivarse prácticas pedagógicas ajustadas al cómo y al qué enseñar del lenguaje. Expone de esas bibliografías las siguientes visiones de la escritura: (a) lingüística; (b) literaria, que supone el desarrollo de estrategias para despertar procesos creativos de escritura; (c) cognoscitiva que conlleva a la reflexión y metacognición; (d) discursiva; (e) sociocultural, donde la escritura está determinada por el contexto en donde se produce y, (f) el pensamiento crítico que también comprende a la heurística, por ser la capacidad de innovación y de resolución de problemas que tiene el hombre. Finalmente, la profesora hace énfasis en que la escritura sí se enriquece ante prácticas muy concretas y ante expectativas planteadas con claridad. En este sentido, asegura que promover el discurso argumentativo es factible cuando se propicia un ambiente abierto al diálogo y a la discusión, pues los contextos adecuados de aprendizaje generan mejoras significativas en la escritura de argumentos razonados, conectados, lógicos y coherentes que impulsan el desempeño académico general de los estudiantes.

III. Comentario crítico

Lo expuesto por Inés Torres (2004) asevera que el aprender a escribir es una tarea compleja que debe enriquecerse de prácticas concretas y conducirse hacia metas claras. En este sentido, hay que hacer énfasis en el hecho de que el docente debe estar consciente del capital lingüístico y cultural que posee el aprendiz para luego desarrollar estrategias que amplíen sus marcos de referencia y les permitan identificar problemas a través de la lengua escrita. De acuerdo a esto, se favorece la producción de los alumnos cuando se originan discusiones en un contexto que propicia el diálogo y la discusión entre los pares, lo cual puede conducir a la promoción del discurso argumentativo.

Asimismo, se pone de manifiesto el pensamiento y el conjunto de argumentos que han de ser revisado por el docente permanentemente para desarrollar el pensamiento crítico que se forma a través de las múltiples discusiones y puntos de vista.

Por otra parte, es necesario recalcar que en la praxis educativa se exige como derecho del educando que el docente parta de una postura que sea el vivo reflejo de su capacitación, vocación y dedicación en pro del desarrollo de la sociedad. Sin embargo, actualmente se han agudizado, en todos los niveles educativos, las fallas que tienen los estudiantes en sus competencias comunicativas, aspecto tal que arroja indicios de que el proceso de enseñanza-aprendizaje presenta debilidades que en gran medida refuerzan inadecuaciones o limitaciones en el aprendizaje del educando. La verdad es que, en estos tiempos en la praxis educativa se evidencia ineludiblemente una incoherencia que ha contribuido en la arraigada problemática de cómo enfrentar el aprendizaje en cuanto a la adquisición y desarrollo de la Lengua Materna a partir de sus actividades de lectura y escritura.

Desde luego, la acción docente se presenta discordante cuando obvia los elementos que facilitan la adquisición de ambos procesos (leer y escribir) inherentes a la lengua materna, dicho de otro modo, deja de lado la realidad familiar, cultural, social y religiosa del estudiante, desvinculando así del quehacer pedagógico la particularidad, los intereses, las necesidades y metas del educando. Todo ello como consecuencia de la deficiencia de un soporte teórico que fundamente las actividades y estrategias didácticas pertinentes a la adquisición y desarrollo de la lectura y escritura.

Es por ello, que como docente involucrado en un quehacer didáctico ha de asumirse una posición activa para la formulación de fundamentos pedagógicos y lingüísticos de lectura y escritura, ya que eso coadyuva en el desarrollo de un aprendizaje de calidad que reclama y merece todo ciudadano. En efecto, esas corrientes, enfoques y/o teorías elaboradas en torno a la enseñanza y aprendizaje de la lengua afectan nuestra acción docente, pues resulta vital conocer los diversos aportes que permiten ampliar las explicaciones en torno a los fenómenos educativos; por consiguiente, es fundamental partir de un conocimiento científico que nos remita con solidez y pertinencia al empleo de métodos aplicables al objeto que se estudia, que en este caso, es la argumentación, la cual exige un proceso de planeación, revisión y producción y, al mismo tiempo amerita tener como orientador capacitado y actualizado.

IV. Conclusión

Para terminar, la investigación presentada por la profesora Torres ubica el carácter problemático de la enseñanza de la argumentación, puesto que se trata de promover la generación de ideas críticas, analíticas y desarrolladas. Asimismo, se puede afirmar que la didáctica de la escritura de un ensayo se puede contemplar desde la selección de un buen cuerpo de instrucciones y herramientas que lleven a ciertos aprendizajes. No obstante, dicha enseñanza ha de promover la tarea de la escritura analítica que enfrenten a los estudiantes con sus realidades inmediatas y desarrollen una escritura con pensameinto crítico.

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